lunes, 17 de febrero de 2025

6º trabajo a realizar

Como ves, la utilización de la segunda persona se puede hacer de manera imperativa: "Mírate en el espejo y di" o de manera natural: "Te miras en el espejo y te dices...".

El asunto es probar la segunda persona.

El narrador en segunda persona cuenta hablándole a un tú. Es un narrador “aconsejador”, te dice lo que tienes que hacer. Este narrador se puede usar en segunda persona natural y en 2ª persona en imperativo y en
         Se puede contar en todos los tiempos verbales, pasado, presente, en futuro, y en imperativo

Un ejemplo en presente:
         Quieres hablar con Elena en su casa. Avisas a tu amigo Juan para que te acompañe. Cuando llegas a su bloque la llamas por el portero electrónico y te dice que te vayas, que no quiere hablar contigo. Tienes suerte porque pasa un vecino y deja el portal abierto y así consigues llegar hasta la puerta de su piso. Llamas al timbre en repetidas ocasiones. Escuchas que ella os grita enfadada desde dentro:
         –¡¿Qué quieres?! ¡Te he dicho que me dejes!
         –Déjame entrar, Elena –le dices sin gritar. Tú amas a esa mujer más que su novio que vive en Barcelona y la tiene siempre abandonada. Y ella te había besado apasionadamente sólo dos noches antes. Pero como está chapada a la antigua le entró un ataque de mala conciencia y parecía que se había planteado dejar de verte–. Como no me abras, empezaré a gritar.
         Juan te susurra:
         –Si te pones a gritar me piro. –Le haces un gesto con la mano para que te deje.
         –En serio. No quiero verte –te dice ella desde dentro–. Déjame en paz.
         –Ábreme Elena. Ábreme. –Empiezas a subir el tono de voz–. ¡Ábreme, Elena, te quiero! –Gritas más fuerte:– ¡Te quiero, Elena, te quiero! –Te sabes este truco de una vez que te hizo lo mismo tu ex de Madrid–. ¡¡Te quierooo!! –Juan te toca en el hombro, lo miras y te hace señas de que se va–. ¡¡¡TE QUIERO, AMOR MÍO, ÁBREME LA PUERTA!!! –Juan baja las escaleras a todo meter.
         –¡Ignacio, vete!
         –¡¡¡ÁBREME LA PUERTA, TE QUIERO, TE QUIERO, TE QUIERO!!!
         Oyes, por fin, cómo el mecanismo de la puerta se abre. Al abrirse la puerta ves que Elena corre hacia el balcón. Te asustas.

Un ejemplo en imperativo:
         Quieres hablar con Elena en su casa. Avisa a tu amigo Juan para que te acompañe. Cuando llegues a su bloque llámala por el portero electrónico y te dice que te vayas, que no quiere hablar contigo. Tienes suerte porque pasa un vecino y deja el portal abierto y así consigues llegar hasta la puerta de su piso. Llama al timbre en repetidas ocasiones. Escucha que ella os grita enfadada desde dentro:
         –¡¿Qué quieres?! ¡Te he dicho que me dejes!
         –Déjame entrar, Elena –dile sin gritar. Tú amas a esa mujer más que su novio que vive en Barcelona y la tiene siempre abandonada. Y ella te había besado apasionadamente sólo dos noches antes. Pero como está chapada a la antigua le entró un ataque de mala conciencia y parecía que se había planteado dejar de verte–. Como no me abras, empezaré a gritar.
         Juan te susurra:
         –Si te pones a gritar me piro. –Hazle un gesto con la mano para que te deje.
         –En serio. No quiero verte –te dice ella desde dentro–. Déjame en paz.
         –Ábreme Elena. Ábreme. –Empieza a subir el tono de voz–. ¡Ábreme, Elena, te quiero! –Grita más fuerte:– ¡Te quiero, Elena, te quiero! –Te sabes este truco de una vez que te hizo lo mismo tu ex de Madrid–. ¡¡Te quierooo!! –Juan te toca en el hombro, lo miras y te hace señas de que se va–. ¡¡¡TE QUIERO, AMOR MÍO, ÁBREME LA PUERTA!!! –Juan baja las escaleras a todo meter.
         –¡Ignacio, vete!
         –¡¡¡ÁBREME LA PUERTA, TE QUIERO, TE QUIERO, TE QUIERO!!!
         Oye, por fin, cómo el mecanismo de la puerta se abre. Al abrirse la puerta ve que Elena corre hacia el balcón. Asústate.



El QUINTO trabajo a realizar tiene que contener, por tanto:
1. Narrador en segunda persona.
2. Continuamos con temática contemporánea urbana de relaciones cercanas.

¿Y qué acumulamos de las sesiones anteriores?:
-Puedes usar los verbos en presente.
-Debes usar elementos que se vayan repitiendo a lo largo del relato.
-Las acotaciones pueden no ser con verbos dicendi.
-Puedes dejar el final abierto.
-Puedes hacer un último párrafo de mirada de la escena.
-Puedes utilizar esos "miniflashback" de diálogo: pequeñas frases entrecomilladas que entran sin aviso previo de algo que algún personaje dijo en el pasado.
-Puedes utilizar acotaciones con distintos planos de información. acción, vestuario, escenografía, miniflashback, etc. y cerrar la acotación y dejar que el personaje siga hablando.



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